Estas son algunas respuestas sobre Cristo que me dio la vida, hace poco me inspiré y escribí un texto sobre mis creencias, entonces algo me dijo que buscara un libro llamado Los Grandes Iniciados. Increíblemente, en mi niñez hace como 10 años, un familiar estaba descargando este libro del Internet. Y le pregunté sobre lo que era ese libro. Me dijo que ese libro era muy especial, no cualquiera debía leerlo. Tambén me llama la atención que nunca se me olvidó el nombre de ese libro.
Entonces algo me djo recientemente que era hora de leerlo, así de la nada, sólo lo me lo indicó. Creo en el poder de ese algo, porque cuando busco, encuentro. Ese algo va más allá que este mundo con un gran conocimiento. Creo que es mi intuición. Pero aun tenía muchas dudas, no fue sino hasta que leí su introducción, que su introducción está fuertemente relacionado con todo lo que escribí y de mi descubrimiento espiritual. Habla sobre lo mismo. Para mi no fue tan sorprendente, desde que reconozco que ese algo tiene facultades de descubrir lo desconocido, incluso el futuro.
Yo ya no creo en las coincidencias, porque me doy cuenta que hay una inteligencia detrás de ello.
Cuando encuentras respuestas a travez del espiritu de las cosas, es como oir una voz muy tenue, que con esfuerzo puedes llegar a oir mejor. Hay veces en que no podemos comprender esa voz adecuedamente.
¿Cuál es su misión?
Después de mi misión sellada por mi muerte, el reino de la Ley religiosa sin explicación ha terminado en principio y de hecho. Los Misterios serán revelados y el hombre verá lo divino a través de lo humano. Las religiones y los cultos que no sepan demostrarse y vivificarse uno por lo otro
, quedarán sin autoridad alguna.
Los viejos teósofos de Asia han conocido las verdades trascendentes.
Los brahamanes hasta encontraron la clave de la vida anterior y futura, formulando la ley orgánica de la reencarnación y dé la alternativa de las vidas. Pero a fuerza de sumergirse en el más allá y en la contemplación de la Eternidad, olvidaron la realización terrestre: la vida individual y social.
Jesús, por su amplitud y su universalidad, abarca los dos extremos de la vida.
En la oración dominical, que resume su enseñanza, dice: “Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo”.
Viene a traernos los cimientos de un templo espiritual, social y moral. Por un lado viene a regenerar a la humanidad, la transformación de los individuos por el ideal humano. La unión profunda del heroísmo y del amor, de la voluntad y de la inteligencia, del Eterno Masculino con el Eterno Femenino, constituyen en él la flor del ideal humano. Su moral sublime es el corolario de una ciencia más sublime aun.
Su máxima culminación, por el templo que habrá que construir, es que la ciencia se vuelva religiosa y la religión científica.
¿Cuál es el significado de su crucifixión?
Los que quieran ganar su vida la perderán y los que quieran perderla la ganarán. Para ganarlo todo, hay que perderlo todo. Cristo nos dejó una gran enseñanza espiritual, la naturaleza de la vida espiritual es el desprendimiento. El opuesto de su doctrina, siempre es la ambición. Y no es para menos, pues en concordancia con las enseñanzas del budismo, la ambición es uno de los 3 venenos del alma.
los mercaderes y hombres de negocios no entrarán en los lugares de mi Padre». (Tomás 64)
Buda nos enseñó que la causa del sufrimiento es el deseo, tanto el Budismo como el Cristianismo nos dan las claves de la vida espiritual, el desprendimiento. Incluso en este fragmento Cristo nos enseña a liberarnos del sufrimiento en su total expresión:
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas? ¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida? Y por la ropa, ¿por qué os preocupáis? Observad cómo crecen los lirios del campo; no trabajan, ni hilan; pero os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos. Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe? Por tanto, no os preocupéis, diciendo: ¿Qué comeremos? o ¿qué beberemos? o ¿con qué nos vestiremos? Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas. Pero buscad primero su reino y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Observen como no hay necesidad de preocuparse por las cosas materiales, pues estas llegan por añadidura. El reino de los cielos es lo espiritual, es nuestro propio espíritu, nuestro propio interior. De nuestro propio interior nace la verdadera felicidad. Los evangelios apócrifos enseñan esto:
Si aquellos que os guían os dijeran: ¡ «Mirad, el Reino está en el Cielo» !, entonces las aves del cielo estarían antes que vosotros. Si os dijeran » ¡Está en el mar !», entonces los peces del mar os tomarían la delantera. Más bien, el reino de Dios está DENTRO de vosotros y está FUERA de vosotros. Quienes lleguen a CONOCERSE A SI MISMOS, lo hallarán y cuando lleguéis a conoceros a vosotros mismos, sabréis que sois los Hijos del Padre Viviente. Pero si NO os conocéis a vosotros mismos, estáis sumidos en la pobreza y sois la pobreza misma. (Tomás 1)
En estos evangelios conocemos la naturaleza taoísta o integradora de Jesucristo de los opuestos. Los historiadores actuales dicen que no podemos desacreditar la autenticidad de estos evangelios.
Su crucifixión tiene más significado. Cuya comprensión aún no alcanzo.
¿Cuál es el significado de su resurrección?
No tiene sentido la resurrección del cuerpo, la resurrección del cuerpo es material. Pero aquí influye mucho la visión judía de la época sobre la versión que nos llegó; la demostración está que cuando Cristo les habló de la resurección, le hacían preguntas muy materialistas como quien se quedará con la esposa si la ley de Moisés dice que el hermano del fallecido debe quedarse con la viuda. Cristo se molestó y les dió a entender que no habían comprendido nada. La resurrección de los muertes no tienen relación con el mundo material, y de la misma manera, no tiene relación con el cuerpo.
De esta misma manera, los judíos se quedaron con una idea materialista de un mesías, esperaban una revolución material, esperaban un rey en el sentido más materialista de la palabra, como un César. Cuando la verdadera revolución fue espiritual.
Por su naturaleza Cristo aparecía y desaparecía como un espíritu.
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