Para mi los regalos son lindos cuando se puede compartir. Por ejemplo algo caro es exagerar mi importancia, y eso es algo que no puedo compartir.
Imaginate una joya de oro con mi nombre. ¿Como puedo eso compartirlo con alguien? Es demasiado individualizado. ¿Cómo puedo compartir un libro de poemas dedicados a mi con alguien? Si todos los poemas son dedicados a mi. ¿O una distribución Linux hecha para mi?
Bueno, sobre esto último, no tengo problemas siempre y cuando sea una distribución que resuelva los problemas de los demás. Sólo ten el valor de seguirla manteniendo después de mi muerte.
En el pasado, yo no solía pensar mucho en mi. Yo veía que todo a mi alrededor era yo. Toda la humanidad era yo. Y me enojaba cuando pensaban mucho en mi. Porque si me regalaban algo, yo lo quería proyectar hacia otra cosa, y eso es algo que no pudieron entender de mi.
Imagina que me den una joya; excelente, entonces la voy a vender para donarlo a los niños con cáncer. Y esa seria mi felicidad. Pero el que me regalo la joya, no comprende mi felicidad, e ilógicamente, se enojaría.
Lo yo valoro en un regalo es que en ese regalo halla algo más grande que mi. Quiero decir, si yo soy todo lo que vale ese regalo, pues yo como persona no tengo mucha importancia, porque un día de estos me voy a morir. Me están regalando polvo, porque polvo soy.
El egoísmo es muerte, polvo. Juntos somos vida. Esto no es una ideología, es como realmente me siento.
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