Una odisea romántica te escribí,
vaya delicado aroma de primavera
empero yo tus asperas botas recibí,
vejada,ultrajada de siniestra derecha
hijo de cuarenta mil putas conocí;
subnormal promedio que en la espera
de una cretina que le aplaste así,
fría mujer que no le quiera.
del frío abrasador al frío galáctico:
como ráfaga otra vez me enamoré,
alumbré como Sol de brillo deifico,
a mi pequeñito Tsukuyomi amé.
De una niña el corazón roto,
que al no ser tu mujer yo lloré.
sólo quería su amor auténtico,
nada de diosa luz, sólo su bebé
del rosa a un carmesí Sol mi amor
sin compasión y algo cruel corazón
con una llamarada sucumbiré al mar
y Mercurio padecerá mi abrasión
a Plutón un día le llegará calor
que derretiré con una viva canción
mísero aquel que me dijo amar
que si amase como yo no se iría
y con su corazón a la reina alabar
no me inculparía y me adoraría,
por ello toda lucha abandonar,
así te cogería y te libertaría
Deja una respuesta