Esta entrada es especial, actualmente estoy de vacaciones después de dos años que no me daban vacaciones, encontré entre mis hojas esta reflexión que escribí hace tiempo. Tengo ya prácticamente años que no escribo reflexiones sino que he escrito más que nada poesía o hasta de tecnología. Espero que a partir de ahora mi vida sea un poco más estable, desde que empezó la pandemia mucho ha pasado por mi vida. Deseo que tras la pandemia ahora se encuentren bien de salud y económicamente.
Espero que la nueva variante de Covid, perro del infierno, pueda ser superada rápido. Actualmente trabajo en el sector salud, pero pues ahora hay muchos problemas en el mundo.
No hay diferencia entre ser tu misma y ser libre, quizá el hombre entre más libertad, adquiere más responsabilidad. Esto podría hacernos pensar que entre más estática y pasiva una persona es más libre, pero una persona así usualmente se vuelve víctima de las circunstancias, le falta protagonismo en su vida.
El poder y la ambición siempre nos ha mostrado que es lo contrario a la libertad, son aquellas naciones y personas en el poder lo que causa tanta explotación en el mundo.
Es tan esclavizante el poder y tan vacío que el que lo tiene nunca está satisfecho y busca más. Aunque siempre es bueno tener un nivel de ambición en la vida.
La ambición siempre trata de compensar algo que nos hace falta, siempre hay algún vacío en alguna área de nuestra vida que tratamos de llenar que es lo que inconscientemente impulsa nuestro destino en nuestras vidas.
Si conocemos entonces lo que le da sentido al destino ¿cómo se puede ser libres si naturalmente tendemos a realizarnos hacia «un algo» que hemos llamado destino?
Por eso concluyo que la verdadera libertad es un balance entre el dinamismo que nos constriñe, y la propia expresión de nuestro ser. Se podría decir que nuestra propia expresión de nuestro ser es posible porque hay constricción, porque algo le da forma, algo lo contrasta. Este algo es una sombra a la que nos enfrentamos permanentemente en vida.
Quizá toda una vida de insatisfacción es porque buscamos la satisfacción en cosas ilusorias, ilusorias en cuanto a la propia naturaleza de nuestro ser interno.
Así pues como en la física hay muchos dinamismos dependiendo del punto que tomemos de referencia, más el único punto que debemos tomar es el del ser interno. Así, de este modo lo que llena de autorrealización a una persona y lo hace ser la versión más libre de ella puede ser una amargura y una presión para otra.
Sobre este punto todos intentan hablarte. Cristo te ama de amor a Dios sobre todas las cosas, Buda enseña las 4 verdades, Confucio te dice que la encontraras en la sociedad, una madre te diría que la felicidad la hallarás cuando te cases y tengas hijos, Epicureo del placer, incluso Nietzche te hablará de un vacío metafísico, Platón en formas o ideas superiores.
Todo esto se vuelve un obstáculo, en la antigüedad se decía: «Conócete a ti mismo y conocerás al universo y a los dioses» Todo lo demás es secundario.
El viaje de autodescubrimiento consiste en gran medida en desechar ideas sobre quienes somos. Otra perspectiva sería decir que creemos que somos, como si la vida fuera una ficción. Si le preguntaramos a Buda quienes somos, este seguramente guardaría un silencio, un silencio muy profundo, tal meditación profunda.
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